domingo, 17 de enero de 2016

Me hago mayor...y tú?

Me hago mayor...

Sí, sí, como suena, me hago mayor. Muchas pensaréis "venga Sandra, tienes 23 años, no digas tonterías." Pero así es, aunque no me refiero a mayor de "éstas líneas de expresión no estaban aquí hace 2 años" o "¿eso es una cana?" no, me refiero a mayor de "ésta me la estoy viendo venir" o "por ahí no paso, lo siento". ¿Me entendéis? A ver si consigo explicarme mejor...

Veréis, a día de hoy tengo la suerte de poder decir que ejerzo de lo que he estudiado. Sí, soy educadora infantil y trabajo con niños, creo que gracias a éste trabajo he "despertado" un poco de lo que viene siendo "el mundo adulto", y ese despertar me hace reflexionar bastante.

Hoy mismo venía con mi chico hablando en el coche << ¿Qué te da miedo de hacerte mayor? >> me ha preguntado. Pregunta que ha abierto la veda de una serie de reflexiones existenciales muy interesantes, la verdad. Las cuales han versado dede la temida muerte hasta las obsesivas arrugas. Pero hay algo que, personalmente, me da mucho más miedo que lo anteriormente mencionado, y es algo que se pierde tan progresivamente que apenas te das cuenta de que ya no está. Me refiero a la capacidad de sorprenderse.

Las que habéis llegado hasta aquí pensaréis << ¿todo este rollo para llegar a ésta conclusión? >> Pues sí, y si estáis leyendo éstas líneas es porque aún no habéis perdido la esperanza de sorprenderos ¡Enhorabuena! El niño que lleváis dentro sigue brillando con fuerza.

A éste tipo de cosas me refiero.

¿Sabéis? Creo que no hay nada más gratificante que ver la cara de un niño cuando escondes un objeto detrás de tu espalda y lo vuelves a hacer aparecer ante sus ojos, esa expresión de sorpresa genuina no tiene precio, y a la vez me resulta algo triste saber que en su momento yo también me sorpendía por ese tipo de cosas...pero no volverá a pasar, al menos no por ese motivo. Y cada vez será más difícil conseguir que se me abra la boca por la sorpresa. De ahí la expresión que he utilizado al principio: "Ésta me la estoy viendo venir."

Creo que, con el paso de los años desarrollamos algún tipo de..."impermeabilidad emocional" (no sé si existe éste termino pero creo que se ajusta bastante a lo que intento transmitiros xD) que adormece nuestra capacidad de sorprendernos. Y más ahora, en esta era tecnológica que nos bombardea con frases y textos de concienciación sobre multitud de temas, con vídeos emotivos cada vez más entretejidos para provocarnos esa catarsis tan codiciada por las mentes que los han diseñado...cada vez es más difícil sorprendernos, y trabajar con niños me ha hecho darme cuenta de todo esto.

Puede parecer un poco triste pero os aseguro que no es así, porque al menos soy consciente de ello y eso hace que cualquier sorpresa, por pequeña que sea, la atesore mucho más: un plan inesperado, un encuentro con una persona que no veía hacía mucho tiempo, encontrar ese segundo botón que había perdido de mi chaqueta favorita,... no sé, ése tipo de cosas que aunque parezcan absurdas hacen que se te agranden los ojos, se te ilumine la cara y se nos acelere el corazón por unos segundo... igual que un niño :)

Si habéis llegado hasta aquí os doy las gracias sinceramente y aprovecho para desearos un 2016 y una vida llena de sorpresas :)



LaChicaDelBlog



2 comentarios:

  1. Supongo que eso es lo malo de hacerse mayor, que las cosas por las que mostrabas pasión, ilusión y sorpresa de niño, ya no lo muestras cuando eres adulto... Aunque seré rara, pero a mí eso no ha llegado a pasarme, mi niña interior está más que viva y te contaré que en Nochebuena, me puse tonta diciendo "esta noche viene Papá Noel *-*", sé bien quien me trae los regalos, pero no pude evitar emocionarme como una niña pequeña ante tal acontecimiento. Y me alegra seguir emocionándome de esa forma por cosas tan simples, porque significa que mi niña interior sigue ahí y siento que seguirá viva por muchos años, ya que es parte de mi carácter, soy una persona que muestra ilusión muy fácilmente :) (como los niños, soy como una niña, pero tengo mi parte adulta y las complemento)
    Me gustan este tipo de entradas de reflexión, y además es una forma de abrir el corazón y conocernos incluso mejor que con las preguntas de un simple tag^^
    Un saludo :)

    ResponderEliminar
  2. si es verdad que vamos perdiendo la capacidad de sorprendernos de algunas cosas, pero no otras.... Mayor es cuando descubres canas que no están en tu cabeza, o cuando señalando a tu pareja con el dedo dices que se tiene que comer toda la comida, que no está el horno como para andar tirándola. O lo mejor, cuando le gritas desde otra habitación que apagues la luz que no trabajas para Endesa... cosas pequeñas pero que te recuerdan a todo aquello que odiabas de tus padres y que acabas haciendo tú...

    ResponderEliminar